Feb 9, 2010

TIEMPO DEL HOMBRE

"La particula cosmica que navega en mi sangre
Es un mundo infinito de fuerzas siderales.
Vino a mi tras un largo camino de milenios
Cuando, tal vez, fui arena para los pies del aire.

Luego fui la madera, raiz desesperada.
Hundida en un silencio de un desierto sin agua.
Despues fui caracol quien sabe donde.
Y los mares me dieron su primera palabra.



Despues la forma humana desplego sobre el mundo
La universal bandera del musculo y la lagrima.
Y crecio la blasfemia sobre la vieja tierra.

Y el azafran, el tilo, la copla y la plegaria.



Entonces vine a america para nacer en hombre.
Y en mi junte la palmpa, la selva y la montana.

Si un abuelo llanera galopo hasta mi cuna,
Otro me dijo historias en su flauta de caña.


Yo no estudio las cosas ni pretendo entenderlas.
Las reconozco, es cierto, pues antes viví en ellas.
Converso con las hojas en medio de los montes
Y me dan sus mensajes las raíces secretas.


Y así voy por el mundo, sin edad ni destino.
Al amparo de un cosmos que camina conmigo.
Amo la luz, y el río, y el silencio, y la estrella.
Y florezco en guitarras porque fui la madera."
 

Atahualpa Yupanqui

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