Del pensar y otros demonios

Aire fresco

Arte. 

Hoy, de vuelta se puso el sol en ... Diría en el cielo, pero de ahí voló al mas allá, a las tierras oscuras de la noche.

 

Ella se puso el vestido oscuro, los zapatos de charol y se recogio el cabello. Salió en busca de aire fresco. Pareciera que con la oscuridad cayó también el calor, pues el fresco en el aire se hacía desear.

Era sofixante (Borges Diria una mezcla entre sofocante y asfixiante). 

Poco a poco, y bien despacito, fueron moviéndose sus pies sobre un cordón de concreto escurridizo, cuidando de no quebrar la filmina invisible de la humedad que casi no la deja avanzar en esta tarde. Filmina que casi casi pega las agujas del reloj cósmico en la hora de la eternidad, y a ella en este instante del universo, de la humanidad, de la vida; hasta quién sabe cuándo? 

No le intimidan las gotas que la visten de seda. Como no le intimidan las miradas ajenas, curiosas, amigables, perversas, inquisitivas, infinitas. Sigue avanzando, ella tan infinita como esta vida, tan finita que le podemos dar infinidad de adjetivos. Avanza descuidada, precavida, curiosa, inquisitiva, casi ajena a lo terrenal, sin rumbo y con certeza sobre la orilla de un mar invisible, imaginario, irreal.

 

Si arriba es adelante, si el sur se corrió al oeste; qué más da!? No hay perímetro que encierre lo real. 

Porqué habrïan las almas de tambalear cuando cuando los cuerpos cierran los ojos, si el centro y el balance están dentro?