Con, Sobre y Para mi Otro Yo (y Yo)

Mi instinto antisocial y selectivo se ha agudizado cada minuto hasta llegar al punto de la casi hermitaneidad... if you know what I mean. En el camino de la soledad total me encuentro con otro herminauta como yo, nos miramos y cruzamos palabras, aunque escasas al principio.

Las agujas giraron empujándonos segundo a segundo. Dieron las doce: El Hechizo. 

El Hechizo nos convirtió en escudos mutuos, nuestro refugio de "los demás": esos seres que parecían venir del más allá, de una mezcla de personajes de fábula con ciencia ficción y una pizca de terror. Personajes complejos de hecho, aunque complejos y todo poco nos interesa(ba)n. Nos transformamos en nuestro hogar, precario, cuevas edificadas con sentimientos, de las que salen al exterior los ecos de nuestras carcajadas y no más, cayendo como cataratas salvajes sobre "los demás", salpicándoles las mentes de vez en vez. "Los curiosos" observan, "los aburridos" opinan (hobby desde que el tiempo es tiempo y más aun en esta era moderna de las comunicaciones y bacanadas), nosotros simplemente somos.

Somos rayos del sol que cortan la desértica oscuridad mientras las temperaturas suben a ritmos aceleradísimos y escalofriantes.  Cómplices, compañeros de aventuras. Escapamos de la urbe, de la masa, de lo ordinario. Mientras uno navega en burbujas rosadas de cherry el otro baja atraído por los aromas de las almendras licorosas ... cierro los ojos e imagino lujuria, los abro y veo la realidad, tan real que es como un golpe de agua fría que cae sobre mí con la misma brusquedad que nuestras carcajadas sobre "los demás". Bocanada de oxígeno que hierve en mi sangre.

Y entre cervezas verdes, cigarrillos de humo imaginario, burbujas de colores giran las ruedas de la vida: siempre el mismo camino, siempre diferente, siempre hay novedad, siempre hay soledad. La eterna compañía de la misión, del aroma de la felicidad, de uno mismo y su ser. 

Dubai

Nov'08

... cierro los ojos e imagino lujuria, los abro y veo la realidad, tan real que me da miedo, porque los sueños dejan de ser escaparates y refugios, pasan a ser reales. Veo la realidad que cae sobre mí tan sutilmente que no la entiendo, pero se convierte con cada tic en mi oxígeno. 

Y entre cervezas verdes, altos y bajos y frecuencias a des-ritmo giran las ruedas de la vida: siempre el mismo camino, siempre diferente, siempre hay novedad (!), siempre hay soledad, siempre hay compañía. La eterna compañía de la nueva misión, del aroma de la felicidad, de uno mismo y su ser, más complejo ya que antes. 

Dubai

Mar'11